jueves, 6 de septiembre de 2012

Con solo una miradita


Existen muchísimas clases de cereales. Según su forma o tamaño, según su color o su sabor. Hay quienes prefieren el intenso sabor del chocolate, otros la suavidad de la miel, otros la ligereza de las frutas y la avena. Algunas personas les gusta tomarlos crujientes a otras blanditos, otras prefieren tomárselos solos o quizá en compañía de un zumo o un yogurt.

Para gustos… los cereales.

Las personas, como los cereales, nos enriquecemos unos a otros. Por las cosas que nos diferencian y a la vez nos unen.
Hoy iba sentada en el metro, con mis cascos y mi música, atenta a los mensajes de la black berry. Con una chica a cada lado y tres universitarios más en frente.
 He levantado la cabeza para comprobar que todavía me faltaban un par de paradas para llegar y entonces me he dado cuenta.
Las cinco personas que me rodeaban… dos llevábamos las mismas zapatillas negras que están tan de moda, las tres chicas vestían shorts y llevaban el pelo planchado y las uñas de algún color chillón. Pero lo que más me ha llamado la atención; todos miraban sus móviles, también yo.
Jóvenes inmersos en sus mundos ajenos a lo que ocurre a su alrededor. Pendientes solo de su círculo. De ese círculo que engloba su vida y los encierra, muchas veces sin que ellos mismos se den cuenta.
¿Que nos está pasando? Nadie ha dicho ni una palabra, no hemos cruzado siquiera una mirada y mucho menos una sonrisa. Como si nos hubiesen programado…  Como te habrás dado cuenta me he dedicado a observarlos.
No se me ha pasado desapercibida una sonrisa rápida en la chica de mi derecha. La he visto en el reflejo del cristal. Intentando que no se diera cuenta, he mirado disimuladamente la pantalla de su sansum. Hablaba con un tal ¨Raúl J¨. La última frase era: “A mí también me gusto”
La verdad es que puede significar mil cosas. no tengo ni la menor idea de la conexión que unirá a¨ RaúlJ¨con mi compañera de metro. Lo único que sé de él es que ha conseguido hacerla sonreír. Mostrar por un segundo al mundo lo que transcurría en su interior.
El metro ha parado en mi parada. Yo he sido la única en abandonar aquel efímero grupo. Me hubiera gustado saber si cual era su historia. Si aquel mensaje se refería a una cita, una que por fin había conseguido, después de tanto esperar. Quizás hablaban de una peli o una exposición que fueron a ver juntos. De un momento intimo y romántico de la vida en pareja…
Ya no lo sabré, pero me alegra haberle robado ese instante. Quizás debería haber respetado su intimidad…si hubiese sido lo correcto. Mirar mi móvil y meterme en mis asuntos en vez de montarme historias románticas por un simple mensaje. Pero no ha sido así. Soy una cotilla, una cotilla a la que le encanta especular y hacer suposiciones.
Me encanta que la gente me cuente historias y estoy segura de que esa chica tenía una que contar.
Quizás escriba alguna historia ajena, alguna que me haya llamado especialmente la atención. Si, por que no. También forman parte de mí día a día.
Un día que tiene que continuar, el trabajo me espera.
Nos vemos pronto.
¡¡Besos!!
Nonnoe

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Todo empezó...


Nunca se me han dado bien las presentaciones, tengo cierto arte para meter la pata en la primera impresión. Así que creo que lo mejor será que empiece sin pensármelo demasiado.
Soy una chica de 20 años, que tiene cuatro hermanos y vive con sus padres. Soy la mayor. Aunque si pudieras vernos, seguro que no lo pensabas. Más bajita que los tres hermanos que me siguen me veo expuesta a sus chistes cada vez que no llego al estante superior de la cocina. Pero a pesar de sus bromas, sé que me toman de referente. Y eso es una gran responsabilidad.
Mi casa nunca ha sido lo que se puede decir un sitio tranquilo. No pasa día en el que no ocurra algo que merezca la pena contar. Pero no es exactamente el tema de mi blog. No. Aquí la prologuista voy a ser yo, mis rayadas, mis vivencias mis ideas y mis opiniones.
Siempre me han dicho que cada persona es un mundo, así que yo voy a explorar el mío propio...
Soy una chica normal, con sus manías y sus gustos. Con sus amigas especiales y el típico chico que le gusta. Una chica que está soltera porque no quiere quebraderos de cabeza, pero a la vez se muere de envidia al ver a las parejas por la calle. Soy cabezota como nadie, pero suelo caer simpática…
Acabo de volver a la universidad después de un verano de no parar.
Estuve en Etiopia de voluntaria, allí entre muchas otras cosas, que prometo contar, aprendí algo. Algo que espero no olvidar nunca: Tenemos que vivir cada pequeño detalle de nuestra vida, poniendo en el toda nuestra voluntad todo nuestro corazón. Por muy cotidiano y cansino que resulte. Porque todos esos pequeños detalles nos convierten en quiénes somos y van formando nuestra historia.