lunes, 8 de octubre de 2012

Verdes y fritos


Hoy vuelve a hacer día de verano. Tengo ganas de que venga el frio... La lluvia y el mal tiempo. Salir con botas de agua, abrigo, paraguas y llegar empapada a casa. Pero por ahora a mediados de otoño sigo poniéndome mis pantalones cortos…
Antes de seguir hablando, de algo más interesante que el tiempo. Tengo que justificar que llevo casi un mes desaparecida. Lo siento mi ordenador estaba y sigue estando muerto, No se que le pasa. ¡Soy una negada de la informática!.
Pero no podía posponer más una nueva entrada…
Siendo sinceros, hasta hace dos días no tenía ninguna idea sobre la que escribir.
Hay veces que pasa ¿no? Como si tuvieras mil ideas pero todas estuviesen encerradas en una bolsa, y hasta que no pasa algo que hace estallar el saco no eres capaz de verlas con claridad.
Creo que todos nos esforzamos en encerrar cosas en ese “saco” cosas que nos delatan que no nos gustan de nosotros mismos, que nos avergüenzan o que nos muestran partes de nosotros que no queremos ver. Nos pasamos la vida rodeados de gente y aun así hay momentos que nos sentimos tan alejados de todos.  Queriendo tirar esa bolsa a la basura. Haciendo desaparecer todos esos incómodos problemas.
Pues bien, algo así me pasa a mí.


Este fin de semana volví a ver una de mis películas favoritas. “Tomates verdes fritos” Un amigo me dijo que no era un nombre demasiado atractivo. Y efectivamente puede sonar a cine español, de este  horriblemente malo. ¡Error! La recomiendo es preciosa. Cuenta una historia, una de esas historias de las que se pueden sacar mil conclusiones positivas. La típica historia de película. Pero a pesar de eso, a pesar de parecer tan típica, es una gran película. Admiro a la protagonista. Y estoy segura de que a vosotros también os caería bien.
Es alguien que está un poco loca, pero que no tiene miedo de vivir las cosas que la vida le presenta, las buenas y las malas. Las afronta con valentía, las acepta y sigue.

Sé que es algo que se dice rápido y que hoy en día, pocos estarán de acuerdo conmigo. Todos los días veo las noticias, todos los días veo la inconformidad de la gente con el mundo en el que viven. Se quejan, por como otros toman decisiones con las que ellos no están de acuerdo.  Es un motivo del todo razonable. A nadie le gusta que otro juegue mal sus cartas.
Más de una vez me han preguntado a cerca de mis ideas políticas. ¿Y bien? Nunca sé cómo responder, hoy en día, no estar del lado de nadie es algo que no está demasiado bien visto. La responsabilidad moral de comprometerse con algo. Pero… ¿y si ninguna opción te parece correcta?
No comprendo cómo la gente llega a odiarse por unos ideales creados por terceros, que no tendrían ningún sentido si no se los dieran ellos mismos. 
No creo que la política deba anteponerse nunca a las personas, no me parece bien que le demos el poder de separarnos y enfrentarnos. Sé que es necesaria, pero me gustaría pensar que algún día estaremos por encima. No soy ninguna entendida así que prefiero no profundizar. Solo espero que el ser humano recuerde lo que de verdad importa. Suena a utopía, lo sé. Pero  no lo puedo evitar Creo en ese tipo de cosas.
Me gustaría pensar que tengo algo de razón. Porque a pesar de todo, como dijo Gandhi, “los malos siempre caen y el amor acaba superponiéndose a todo” no sé si lo dijo exactamente así, pero es la idea.
Nos vemos pronto.
nonnoe

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